El carbón es uno de los combustibles fósiles no renovables más empleados aún en la actualidad como fuente de energía.
Además, es el más abundante en el mundo y sus reservas están distribuidas a lo largo del planeta.
Aunque a simple vista no es más que una roca oscura, detrás del origen del carbón se cuentan millones de años.
Si quieres saber cómo se forma el carbón, quédate en este artículo que te lo contamos.
Origen del carbón
El carbón es una roca sedimentaria oscura cuyo componente principal son el carbono y materia orgánica, aunque también tiene hidrógeno, oxígeno azufre, nitrógeno y otros elementos en menor medida.
¿Cuál es su origen?
El origen del carbón data del paleozoico, cuando los bosques de helechos quedaron enterrados en los pantanos, al no haber oxígeno y debido a la presión, al agua y al barro no se degradaban las plantas.
Más bien, estas fueron acumulándose en capas y por acción de los hongos y bacterias dieron vida al carbón.
Se registra que esto comenzó a ocurrir en el período Carbonífero, es decir, hace 350-280 millones de años, aproximadamente y se extendió al Cretácico.
¿Cómo se forma el carbón?
Como ya hemos comentado, cómo se forma el carbón es tras el proceso de descomposición de plantas, maderas, cortezas vegetales y esporas.
Estas se acumulan en zonas pantanosas o lagunas pobres en oxígeno y quedan cubiertas de agua, lo que impide el paso de aire.
Es en ese momento en el que comienza el trabajo de las bacterias anaerobias, es decir, aquellas que sobreviven sin oxígeno.
Las bacterias anaerobias comienzan a descomponer el material orgánico y en el proceso liberan oxígeno e hidrógeno.
Mientras estos salen, aumenta la concentración de carbono.
Sobre los restos vegetales se depositan sedimentos que mantienen las condiciones anaerobias y que permiten que las bacterias continúen su proceso de descomposición y, por ende, de formación del carbón.
Este no es un proceso que ocurra de la noche a la mañana, más bien, es necesario que pasen millones de años para que pueda formarse nuevo carbón.
Cómo se forma el carbón vegetal
El carbón vegetal es aquel que se obtiene por la descomposición de la madera de los árboles, entre ellos, roble, sauce y pino.
Para obtener el carbón vegetal se quema la madera en hornos a temperaturas superiores a los 500º C en ausencia de oxígeno.
El resultado será un carbón con una concentración de 80% de carbono.
Cómo se obtiene el carbón mineral
El carbón mineral es aquel que se obtiene a través de la minería, sea ésta a cielo abierto o subterránea dependiendo de la profundidad del yacimiento o de la mina.
El carbón orgánico es el que suele emplearse con fines industriales y en la producción de energía.
Para extraer el carbón mineral se emplean dos sistemas: el de cámaras y pilares y el de pared larga.
El primer sistema se basa en la idea de dejar pilares de carbón de 12 a 24 metros de ancho que sostengan el techo.
El segundo sistema, y el más usado en Europa, consiste en cortar el carbón de la veta y dejar que este caiga en una cinta transportadora que se encargará de llevarlo hasta la superficie.
¿Qué tipos de carbón existen?
Dependiendo de la presión y temperatura que se aplique y a la concentración de carbono, el carbón se puede dividir en tipos.
El primer tipo es la turba que, por tener el menor tiempo de formación, su concentración de carbono es baja. Por eso, se trata de un carbón esponjoso cuya combustión genera muchas cenizas.
Seguidamente se encuentra el lignito, cuyo porcentaje de carbono se encuentra entre el 25 y el 30%.
Entre sus características está el hecho de ser negro mate y dejar manchas en las manos cuando se le manipula.
Cuando crecen rocas sedimentarias sobre el lignito, éste se va endureciendo y como resultado se obtiene un carbón subbituminoso, que por el aumento de la presión y la temperatura se convierte en carbón bituminoso.
En la siguiente etapa de carbonización aparece la hulla, un tipo de carbón duro con una alta concentración de carbono, aproximadamente un 70 a 90%. Se trata además del carbón más abundante en la tierra.
Por último, tenemos la antracita, un carbón brillante que tiene la mayor cantidad de años de formación y también el que tiene más carbono, concretamente un 90 a 97%.
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